Coletazo

A veces eres un coletazo
una rabia contenida,
una ventana astillada.
A veces incluso un grito sostenido,
un verso estropeado
bailando sobre noches de insomnio,
o la esquina más sinvergüenza.
A veces eres la picaresca que me falta,
la imaginación que me sobra,
el invento casi perfecto,
el atroz lunes o ese domingo interminable.
A veces eres la jodida idea
que todo salva y libera
en mi maldita cabeza.


El camino

Ella hallaba con su mirar
por donde iba el viento.
Él al escuchar su voz
en sus mejillas luz aparecía.
Ella escribía, él caminaba
y el tiempo se fue haciendo dueño
de sus besos.
Los abrazos fueron creciendo
y las mañanas acortándose.